Aprender a cocinar puede ser una buena decisión.
Actualmente, en nuestras vidas encontramos pocos momentos para dedicarnos a cocinar. Incluso parece que cada vez estamos más abocados a basar nuestra dieta en alimentos y productos precocinados que nos faciliten la vida y nos solucione una comida de forma rápida. Aunque comer rápido no tiene porqué ser poco saludable, los alimentos precocinados pueden ser una buena opción en determinadas situaciones.
Seguro que podemos encontrar razones para que le dediques un poco más de tiempo a la cocina.
Cocinar nos hace más llevadera la dieta, hacer dieta puede ser monótono y aburrido si entendemos hacer dieta como solo comer a base de ensaladas y plancha. ¡Pero eso no tiene porqué ser así!
Sí sabemos cocinar un poco podemos introducir muchísima más variedad a nuestra dieta aumentando la adherencia a esta.
Cocinar nos hace disfrutar de la comida, comer puede ser un placer y el cocinar acentúa en muchas ocasiones los sabores, nos da la posibilidad de transformar los gustos y hacer de la comida una experiencia para los 5 sentidos. Y no solo para nosotros, también para aquellos que cocinamos.
Cocinar nos puede hacer ganar tiempo, ¿has escuchado hablar del batchcooking? Significa cocinar por lotes, es decir, la idea es cocinar un día las comidas para toda la semana. La clave está en la planificación, en dedicarle un poco más de tiempo un día, de organizarte la compra para así durante la semana, cuando tengas menos tiempo puedas comer más saludable.
Cocinar puede ser una forma de relajación, puede ayudarte a reducir el estrés a desconectar de todo el día y disfrutar pasando un tiempo sol@ o acompañad@.
Seguro que podríamos encontrar algún motivo más para que cocines un poco más. Y para tener estos beneficios no hace falta que sepas cocinar bien, como con todo, con el tiempo se mejora y hay muchas formas de aprender más rápido: libros, blogs, Instagram, madres y abuelas, cursos online, presenciales…